MELANIA

Un reencuentro especial…

Melania llegó a mí con una historia que no necesitaba ser contada con palabras, sino sentida. Me habló de una heridita que llevaba en su corazón. No era una cicatriz cualquiera; era una marca de esas que el alma guarda en silencio, esperando el momento justo para liberarse.

Quería hacer esta sesión fotográfica como un acto simbólico. No para olvidar, sino para transformar. Un reencuentro con ella misma, con la mujer que es hoy y con todas las versiones de sí que ha tenido que ser para llegar hasta aquí. Era, más que una sesión, un ritual de amor propio. Una despedida amable del dolor y una bienvenida luminosa a su renacer.

Durante cada disparo de la cámara, algo cambiaba. La Melania del comienzo, se fue diluyendo y fue dando paso a una Melania libre, poderosa y conectada con su esencia. A través de mi lente, vi cómo sacaba su coraje para enfrentarse al frío del agua, a rendirse ante la naturaleza y vi cómo florecía en su piel una nueva paz. La fotografía se volvió espejo, catarsis y celebración de lo que es.

Hoy, estas imágenes no solo retratan su belleza: retratan su valentía. Son testigos de que a veces, cerrar una herida requiere arte, luz, y el simple acto de permitirse ser vista. Melania no solo posó; Melania se reveló.